La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de 72 años, fue trasladada de urgencia este sábado desde su domicilio en el barrio porteño de Constitución al sanatorio Otamendi, luego de presentar un cuadro de apendicitis. Tras ser evaluada por un equipo médico, se resolvió su inmediata intervención quirúrgica.

El traslado se realizó con el correspondiente permiso judicial, dado que la exmandataria cumple prisión domiciliaria desde hace seis meses. Se trata de la primera salida de Kirchner de su departamento desde que comenzó a cumplir la condena bajo esa modalidad.

Cristina Kirchner tuvo que ser internada en un sanatorio por un cuadro de apendicitis

Hasta el momento, su entorno no brindó precisiones sobre su estado de salud y se aguarda la difusión de partes médicos oficiales por parte del centro de salud.

Situación judicial

Cristina Kirchner cumple una condena de seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, fallo que quedó firme el pasado 11 de junio tras la decisión de la Corte Suprema en la causa Vialidad.

Actualmente, suma 192 días de prisión domiciliaria con monitoreo mediante tobillera electrónica y un régimen de visitas controladas. En los últimos días, el juez Jorge Gorini dispuso restricciones adicionales, limitando el ingreso a su domicilio únicamente a familiares directos, médicos y abogados, aunque autorizó el uso de la terraza del edificio por dos horas diarias.

Pese a su situación procesal, la expresidenta continuaba participando de manera virtual en las audiencias del juicio de la causa Cuadernos, que se desarrolla ante el Tribunal Oral Federal 7.

Apoyo militante en la clínica

Tras conocerse la internación, militantes y dirigentes políticos se congregaron en las inmediaciones del sanatorio Otamendi. Entre ellos se destacó la presencia de la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, junto a simpatizantes que desplegaron banderas y mensajes de apoyo.

Durante su detención, Kirchner mantuvo una activa presencia política, recibiendo dirigentes y difundiendo mensajes críticos hacia la gestión del presidente Javier Milei. En ese contexto, el balcón de su vivienda sobre la calle San José se convirtió en un punto habitual de manifestaciones y arengas dirigidas a sus seguidores.